sábado, 8 de octubre de 2022

El Libro de Adán y Eva II (Cap. 11-15)

Capítulo 11
Set se vuelve cabeza de los “hijos de Yehováh” – la tribu de gente más feliz y justa que jamás vivió.

1 Luego de la muerte de Adán y de Eva, Set separó sus hijos, y los hijos de sus hijos, de los hijos de Caín. Caín y su semilla bajaron y habitaron hacia el
oeste, debajo del lugar donde él había matado a su hermano Abel.

2 Pero Set y sus hijos, habitaban hacia el norte sobre la montaña de la Cueva de Tesoros, para estar cerca de su padre Adán.

3 Y Set el mayor, alto y bueno, con un alma fina, y de una mente fuerte, se paraba a la cabeza de su pueblo, y les tendía a ellos en inocencia, penitencia, y mansedumbre, y no permitió ni uno de ellos que baje a los hijos de Caín.

4 Pero debido a su propia pureza, ellos fueron llamados “Hijos de Yehováh,” y ellos
estaban con Yehováh, en lugar de los ejércitos de enviados quienes cayeron, porque ellos continuaban en honras a Yehováh, y en cantando canciones a Él, en su cueva - la Cueva de Tesoros.

5 Entonces Set se paró ante el cuerpo de su padre Adán, y de su madre Eva, y oró noche y día, y pidió por misericordia para él mismo y sus hijos, y que cuando él tuviese alguna dificultad tratando con un niño, que Él le diese consejo.

6 Pero Set y sus hijos no les gustaban trabajo terrenal, sino que se entregaban a cosas celestiales, porque ellos no tenían otro pensamiento que honras, palabras que honraban, y
canciones hacia Yehováh.

7 Por eso oían ellos en todo momento las voces de enviados, exaltando y honrando a Yehováh desde adentro del jardín, o cuando ellos fueron enviados por Yehováh en una tarea, o cuando ellos se subían al cielo.

8 Porque Set y sus hijos, por motivo de su propia pureza, oían y veían esos enviados.Entonces, otra vez, el jardín no estaba lejos arriba de ellos, sino solo algunos quince cúbitos espirituales.

9 Ahora un cúbito espiritual corresponde a tres cúbitos de un hombre, todo junto cuarenta y
cinco cúbitos.

10 Set y sus hijos habitaban sobre la montaña debajo del jardín; Ellos no sembraban, ni
cosechaban, ellos trabajaban ninguna comida para el cuerpo, ni si quiera trigo, sino solo ofrendas. Ellos comían de la fruta y de árboles bien favorecidos que crecían sobre la montaña adonde ellos vivían.

11 Entonces Set a menudo ayunaba cada cuarenta días, como también hacían sus hijos mayores. Porque la familia de Shëth (Set) olía el olor de los árboles del jardín, cuando el viento soplaba desde ahí.

12 Ellos estaban felices, inocentes, sin temor repentino; No había celosía, ni acción mala, y
ningún odio entre ellos. No había pasión de animal; De ninguna boca entre ellos salía ni palabras
profanas ni maldición, ni consejo malvado ni fraude. Porque los hijos de Adán de esa
época nunca juraban, pero bajo circunstancias duras, cuando hombres deben jurar, ellos juraban
por la sangre de Abel el justo.

13 Pero ellos obligaban a sus hijos y sus mujeres cada día en la cueva que ayunen y oren, y que
adorasen al Elohim más Alto. Ellos se bendecían a si mismos por el cuerpo de su padre Adán, y se ungían a si mismos al lado de él.

14.Y ellos hacían así hasta que se acercaba el final de Set.

Capítulo 12
Asuntos de la familia de Set: Su muerte. El encabezamiento de Enós. Cómo siguió la rama exiliada de la familia de Adán.

1.Entonces Set, el justo, llamó a su hijo Enós, y Cainán, hijo de Enós, y Mahalaleel, hijo de Cainán, y les dijo a ellos:

2 “Como mi final está cerca, yo deseo construir un techo sobre el altar sobre cual se ofrecen las
ofrendas.”

3 Ellos le hicieron caso a su mandamiento y salieron todos ellos, ambos ancianos y jóvenes, y
laboraron duro en eso, y construyeron un techo hermoso sobre el altar.

4 Y el pensamiento de Set, en hacer esto, fue que una bendición debiese venir sobre sus hijos sobre la montaña; y que él debiese presentar una ofrenda por ellos antes de su muerte.

5 Entonces cuando fue completada la construcción del techo, él les mandó que hagan ofrendas.
Ellos trabajaron diligentemente en estos, y los trajeron a Set su padre quien los tomó y los ofreció sobre el altar, y oró a Yehováh que acepte sus ofrendas, para tener misericordia sobre las almas de sus hijos, y que les guarde a ellos de la mano de Satanás.

6 Y Yehováh aceptó su ofrenda, y envió Su bendición sobre él y sobre sus hijos. Y entonces Yehováh hizo una promesa a Set, diciendo, “Al final de los grandes cuatro días, sobre cual Yo he hecho una promesa a ti y a tu padre, Yo enviaré Mi Palabra y te salvaré a ti y a tu Semilla.”

7 Entonces Set y sus hijos, los hijos de sus hijos, se reunieron, y bajaron desde el altar, y fueron a la Cueva de Tesoros – adonde ellos oraron y se bendijeron con el cuerpo de nuestro padre Adán, y se ungieron a sigo mismos con ello.

8 Pero Set habitó en la Cueva de Tesoros, unos pocos días, y entonces agonizó sufrimientos hacia la muerte.

9 Entonces Enós, su hijo primogénito, le vino a él, con Cainán, su hijo, y Mahalaleel, el hijo de Cainán, y Jared, el hijo de Mahalaleel, y Enoc, el hijo de Jared, con sus mujeres e hijos para recibir una
bendición de Set.

10 Entonces Set oró por ellos, y les bendijo, y les conjuró a ellos por la sangre de Abel el justo, diciendo, “Yo les ruego de ustedes mis hijos, que no permitan ni uno de ustedes bajar de esta montaña dedicada y pura.

11 No hagan ningún compañerismo con los hijos de Caín el asesino y el pecador, quien mató a su hermano, porque ustedes saben, Oh mis hijos, que nosotros huimos de él y de todo su pecado con todo nuestro poder porque él mató a su hermano Abel.”

12 Luego de haber dicho esto, Set bendijo a Enós, su hijo primogénito, y le mandó que acostumbre servir en pureza ante el cuerpo de nuestro padre Adán, todos los días de su vida, entonces, también, que vaya periódicamente al altar que él, Set había
construido. Y él le mandó que alimente su pueblo en justicia, en juicio y pureza todos los días de
su vida.

13 Entonces los miembros de Set fueron soltados; Sus manos y pies perdieron todo poder, su boca se volvió mudo e incapaz de hablar, y él entregó el espíritu y se murió el día después de su año novecientos veinte; en el día veintisiete del mes Âvíyv; Enoc entonces teniendo veinte años.

14 Entonces ellos envolvieron cuidadosamente al cuerpo de Set, y le embalsamaron con especies dulces, y le recostaron e la Cueva de Tesoros, al lado derecho del cuerpo de nuestro padre Adán, y ellos lamentaron por él cuarenta días. Ellos ofrecieron dádivas por él, como ellos habían hecho por nuestro padre Adán.

15 Luego de la muerte de Set, Enós subió a la cabeza de su pueblo, a quienes él alimentó en justicia, y juicio, como su padre le había mandado a él.

16 Pero para cuando Enós tenía ochocientos veinte años, Caín tenía una progenie grande, porque ellos tomaban mujeres frecuentemente, siendo entregados a lujurias de animal, hasta que la tierra abajo de la montaña estaba llena de ellos.

Capítulo 13
“Entre los hijos de Caín había mucho robo, matanza y pecado.”

1 En esos días vivía Lemek el ciego, quien era de los hijos de Caín. Él tenía un hijo cuyo
nombre era Atun (Tubal Caín), y ellos dos tenían mucho ganado.

2 Pero Lemek tenía la costumbre de enviarles al pastizal con un pastor joven, quien les tendía a
ellos, y quien cuando volvía a casa en el anochecer lloraba ante su abuelo, y ante su padre Atun y su madre Jazina [Tsillâ´h], y les dijo a ellos, “En cuanto a mí, yo no puedo alimentar ese ganado solo, por si alguno me robe de algunos de ellos, o me maten por causa de ellos.”

Porque entre los hijos de Caí), había mucho robo, matanza y pecado.

3 Entonces Lemek le tuvo pena, y le dijo a él,
“Ciertamente, cuando él está solo, podría ser apoderado por los hombres de este lugar.”

4 Así que se levantó Lemek, tomó un arco que él había guardado desde que él era un joven, antes
de que él se volviera ciego, y él tomó flechas grandes, y piedras lisas, y una sonda que él tenía, y
se fue al campo con el pastor joven, y se puso a si mismo detrás del ganado, mientras el pastor
joven velaba el ganado. Así hizo Lemek muchos días.

5 Mientras tanto Caín, siempre desde cuando Yehováh le había echado, y le había maldecido a él con temblor y terror, no podía ni asentarse ni hallar reposo en ningún lugar, sino que vagaba de lugar a lugar.

6 En sus vagancias él vino a las mujeres de Lemek, y les preguntó a ellos sobre él. Ellos le dijeron a él, “Él está en el campo con el ganado.”

7 Entonces Caín se fue a buscarle a él, y mientras él entraba al campo, el joven pastor oyó el sonido que él hacía, y el ganado juntándose de delante de él,

8 Entonces dijo él a Lemek, “Oh mi soberano, ¿es ese una bestia salvaje o un ladrón?”

9 Y Lemek le dijo a él, “Hazme entender de qué manera él luce, cuando él se asoma.

10 Entonces Lemek arqueó su arco, le puso una flecha, y calzó una piedra en la sonda, y cuando
salió Caín del campo abierto, el pastor dijo a Lemek, “Dispara, mira, él está viniendo.”

11 Entonces Lemek disparó hacia Caín con su flecha y le pegó en su costado. Y Lemek le pegó con una piedra de su sonda, la cual cayó sobre su cara, y le quitó ambos de sus ojos, entonces cayó Caín inmediatamente y se murió.

12 Entonces Lemek y el pastor joven se acercaron a él, y le encontraron acostado en el suelo. Y el pastor joven le dijo a él, “¡Es Qáyin (Caín) nuestro abuelo, a quien tú has matado, Oh mi soberano!”

13 Entonces estaba Lemek triste por eso, y de la amargura de su arrepentimiento, él pegando con
sus manos, y pegó con su palma abierta la cabeza del joven, quien se cayó como si muerto, pero Lemek pensó que fue un truco, así que él tomó una piedra y le pegó, y azotó su cabeza hasta que él se murió.

Capítulo 14
El tiempo se lleva otra generación de hombres.

1 Cuando tenía Enós novecientos años, todos los hijos de Set, y de Cainán, y su primogénito, con sus mujeres y niños, se juntaron alrededor de él, pidiéndole una bendición de él.

2 Él entonces oró por ellos y les bendijo, y les hizo jurar a ellos por la sangre de Abel) el justo diciéndoles a ellos, “No permitan a ninguno de vuestros hijos que baje de esta Pura Montaña, y que ellos no hagan
ningún compañerismo con los hijos de Qáyin (Caín) el asesino.”

3.Entonces Enós llamó a su hijo Cainán y le dijo a él, “Mira, Oh mi hijo, y pon tu corazón sobre tu pueblo, y establéceles en justicia, y en inocencia, y
párate sirviendo ante el cuerpo de nuestro padre Adán, todos los días de tu vida.”

4.Luego de esto Enós entró al descanso, envejecido novecientos ochenta y cinco años,
y Cainán le envolvió, y le recostó a él en la Cueva de Tesoros a la izquierda de su padre Adam (Adán); e hizo ofrendas por él, tras la costumbre de sus padres.

Capítulo 15
La descendencia de Adán continúan manteniendo la Cueva de Tesoros como un sepulcro familiar.

1 Luego de la muerte de Enós, se paró Cainán a la cabeza de su pueblo en justicia e inocencia, como su padre le había mandado a él; él también continuaba sirviendo ante el cuerpo de Adán, dentro de la Cueva de Tesoros.

2.Entonces cuando él había vivido novecientos diez años, le vino encima sufrimiento y aflicción.
Y cuando él estaba por entrar al descanso, todos los padres con sus mujeres y niños vinieron a él,
y él les bendijo, y les hizo jurar por la sangre de Abel, el justo, diciéndoles a ellos,
“No permitan a ninguno de entre ustedes que baje de esta Montaña Pura, y no hagan
compañerismo con los hijos de Caín el asesino.”

3. Mahalaleel, su hijo primogénito, recibió este mandamiento de su padre, quien le bendijo a él y se murió.

4 Entonces Mahalaleel le embalsamó a él con especies dulces, y le recostó en la Cueva de Tesoros, con sus padres; y ellos hicieron ofrendas por él, tras la costumbre de sus padres.

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