2° Testamento. Apocalipsis (Revelaciones)
3° Testamento. Libro
de la Vida Verdadera (Tomo-Enseñanza.Párrafo).
04-107.22 Cristo estuvo a la mitad
de la jornada, y con su sacrificio, con su ejemplo perfecto, os rescató de la
muerte; su sangre fue el juicio de amor con el que salvó a todos los perdidos,
otorgándoles su divino perdón, como un ósculo de vida; la cruz fue la llave con
la que El abrió las puertas de la eternidad a los espíritus después de la gran
batalla.
06-161.33 Es el Cordero el que os
habla, Él es quien os revela estas enseñanzas y quien descifra estos misterios,
porque hasta ahora sólo Él ha sido digno de desatar los sellos. Mas el
sacrificio del Cordero inmolado os hace a todos dignos de esta luz y a su
debido tiempo llegará este conocimiento a todos los confines de la Tierra.
06-161.34 Os hablaré también como
Creador, porque el Padre está en el Hijo, así como el Hijo está en el Padre y
en el Espíritu Santo.
06-161.35 Discípulos: de Mi han
brotado las tres naturalezas: la divina, la espiritual y la material. Como
Hacedor y dueño de todo lo creado puedo hablaros en forma divina y a la vez
comprensible. Si la naturaleza material nació de Mí, también puedo materializar
mi voz y mi palabra, para hacerme comprensible al hombre.
06-161.36 Yo soy la ciencia
perfecta, el principio de todo, la causa de todas las causas y la luz que todo
lo ilumina; Yo estoy por sobre todo lo creado, sobre todas las sabidurías.
06-161.37 Para que Dios pudiera
nombrarse Padre, hizo brotar de su seno espíritus, criaturas semejantes a Él en
sus divinos atributos y los convirtió en seres humanos para que tuvieran en su
ser las tres naturalezas. Pero antes, el Padre le preparó su morada: la Tierra,
con sus entrañas de roca y fuego, el aire, el agua, los metales, los gases y la
luz. Y todo ello fue como un reino, fuerte e inconmovible, para servir de
cimiente a la mansión del hombre: el reino mineral.
06-161.38 Quiso el creador
engalanar esa morada y para ello hizo brotar de la tierra las plantas, los
árboles, sus flores y sus frutos, para que el hombre encontrara en ellos,
sustento, sombra, deleite, inspiración, bálsamo y alegría, y fue como un nuevo
reino: el vegetal.
06-161.39 No debía encontrarse solo
el hombre y el Padre le dio por amigos y siervos a los seres inferiores, las
bestias, las aves y los peces. Todos los seres que habitan las entrañas de la
tierra y la superficie, los que cruzan los vientos y los que habitan las aguas,
para que el hijo encontrara en ellos, sustento en unos, amistad en otros y
ayuda en otros más, y cuando esa familia se encontró creada en tal forma, fue
un nuevo reino en la Tierra: el reino animal.
06-161.40 Los tres reinos formaron
con su armonía un solo mundo, y cuando todo era como una gran fiesta en que la
vida, la luz y la gracia animaba el Señor, envió al hombre, al ser que se
asemeja a su Creador y en el cual se refleja la Divinidad, en el que puso Dios
una chispa de su espíritu: la conciencia, para que en el trayecto de su jornada
alcanzara ese ser así dotado, la perfección del espíritu.
06-161.41 Esos tres reinos que
forman vuestro mundo, fueron hechos en siete etapas que algunos hombres han
llamado días.
06-161.42 Fue el Padre forjando con
paciencia perfecta todo lo necesario para el camino y la vida de sus hijos. Así
creó en una etapa el sol y los astros, en otra la Tierra con sus plantas y sus
mares, en otra los animales y finalmente el hombre.
06-161.43 Todo quedó preparado,
ordenado y previsto para que el hombre no encontrara imperfección alguna, sino
que viera a cada paso maravillas y perfecciones y encontrara por doquier el
amor de su Padre y su presencia en todo lo creado.
06-161.44 Y cuando todo estuvo
dispuesto, dijo al hombre: He ahí vuestra morada, he ahí vuestro reino
pasajero. Cruzad los caminos, bebed de las fuentes, probad y saboread los
frutos, conocedlo todo, levantaos como señor de la Tierra, es vuestro reino. Y
el hombre, cuando abrió sus ojos a la luz y a la vida, sintió gozo al ser
acariciado por los rayos del astro rey, se deleitó en la frescura de las aguas
y en el sabor de los frutos que a sus labios se ofrecían.
06-161.45 Mas sabéis que el hombre
por razón de su libre albedrío tuvo flaquezas desde su origen, por las cuales
conoció el dolor, el trabajo, la lucha, las tinieblas, las caídas.
06-161.46 Todo estaba previsto y
dispuesto para que el espíritu encontrase el camino de su evolución. Entonces
el Padre le reveló su Ley por medio de la conciencia, para que conociese el
camino de la luz y la armonía con la Divinidad y con la Naturaleza. Y desde
entonces la intuición le reveló al hombre la existencia de su propio espíritu,
cuya conciencia que es mi propia luz, le enseñó a distinguir el bien del mal e
interiormente le indujo a marchar por el camino recto. Y entonces el Padre
preparó para el espíritu del hombre el camino y el santuario.
06-161.47 En el principio de los
tiempos el Señor dejó que la humanidad se multiplicara y poblara la Tierra, y
manifestó su existencia, su presencia y su justicia, hablando a los hombres por
medio de los elementos, que unas veces pródigos y otras hostiles e inclementes,
corregían los yerros o premiaban los actos buenos.
06-161.48 Pero no sólo la voz de
los elementos os habló de mí, también envié al mundo hombres que aconsejasen la
virtud y mantuviesen despierto al espíritu de la humanidad, enseñándole la
existencia de un Ser divino a quien debía de servir y adorar.
06-161.49 Ese fue el Primer Tiempo,
cual primer reino espiritual, en el que el Padre reinó en el corazón del
hombre, quién vivió en gracia en aquella morada creada para su espíritu.
06-161.50 Mas esta morada que
comenzaba a edificar el Señor en el corazón de sus hijos, también había de
formarla en tres eras o reinos.
06-161.51 El Segundo Tiempo o
segundo reino lo fundó el Padre al encarnar en Jesús y habitar entre los
hombres y el Tercer Tiempo con el que se cierra esta obra de perfección
espiritual, lo inicia con su advenimiento como Espíritu Santo en este tiempo
que viene a ser el tercer reino.
06-161.52 En el primero se
manifestó el Espíritu Divino como justicia, en el segundo fue el amor y para
culminar esta obra en el Tercer Tiempo, vino a manifestarse como luz de
sabiduría y como revelación.
06-161.53 He ahí tres reinos que
forman uno solo, he ahí tres tiempos en los que se consuma una obra de
perfeccionamiento espiritual. Tres eras que encerraban un misterio que en este
día el Maestro os ha revelado. Pero sabed que estos tres reinos fueron formados
en siete etapas de lo cual tenéis una imagen en la creación de la Naturaleza
material; siete etapas, de las cuales la última es la mansión perfecta del
espíritu.
06:02
Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía
un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer.
06-161.54 La primera de estas etapas de evolución espiritual en el mundo, está representada por Abel, el primer ministro del Padre, quien ofreció su holocausto a Dios. Él es el símbolo del sacrificio. La envidia se levantó
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