Tercer Testamento:
08-232.53 El padre, Dios, no
tiene figura, no tiene límite, ni principio ni fin, lección que no llegaríais a
comprender, pues cuando más decís: Dios es el Creador de Todo, la luz, la
fuerza que sostiene al Universo, la vida que palpita en todos los seres.
08-232.54 ¿Y el hijo? El Hijo
es el Verbo, es la potencia de Dios, que se limitó en un hombre perfecto:
Jesús, para que en Él habitara el amor del Padre.
08-232.55 Si el Espíritu
Divino fue en Jesús, éste fue hombre y fue Dios; hombre por su naturaleza
material, Dios por su naturaleza espiritual. En cuanto hombre tuvo
manifestaciones propias del ser humano: sentía y sufría como hombre; más el
conocimiento que tenía de su propia misión y su fortaleza espiritual, le hacían
sobreponerse a las necesidades materiales y a las tentaciones. Todo lo que no
estaba en armonía con su misión, era desdeñado por Él. Así a través de aquel
varón justo y puro, pudo manifestarse Dios como hombre.
08-232.56 Habiendo concluido
Jesús su misión, retornó al Espíritu Divino llevando en sí la huella de la vida
humana, las pruebas a que se sometió a sí mismo en cuanto hombre, por eso es
que el hijo siendo el amor del Padre, tiene algo de cada uno de vosotros y os
sentís comprendidos sabiendo que vivió en vuestro mundo y pisó el mismo polvo
que vosotros pisáis.
08-232.57 Más el Padre y el
Maestro son un mismo Dios.
08-232.58 Y el Espíritu Santo,
puedo deciros que es la forma más elevada en que ese mismo Ser se manifiesta a
todos los hombres, quienes poseen en su conciencia una chispa de la misma
naturaleza del Creador.
08-232.59 Entonces, el
Espíritu Santo, el Padre, y el hijo, son una misma potencia, una sola voluntad,
no tres personas, sino un solo ser divino que ha tenido que manifestarse bajo
diversas formas a sus hijos para llegar a ser comprendido.
08-232.60 Ved cuánto amor hay
en vuestro Dios que siendo toda omnipotencia, no se detiene para limitarse,
para que podáis sentirlo y contemplarlo. Que se multiplica para mostraros que
no sólo es vuestro Hacedor y Juez, sino al mismo tiempo vuestro Padre, vuestro
Amigo, vuestro Hermano, vuestro Maestro.
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