07-186.01 Bienvenidos sean todos
aquellos discípulos que se acercan a Mí para aumentar sus conocimientos.
Felices y bienaventurados sean todos los que quieran ver con claridad la verdad
de mis enseñanzas. Hacéis bien en querer rasgar el velo que cubre vuestros ojos
espirituales. Hay gran responsabilidad en todos aquellos que no hacen ningún
esfuerzo por penetrar más profundamente en los misterios de mi arcano.
07-186.02 ¿Cuándo llegarán al completo hastío
de los placeres que la carne les ha venido proporcionando? ¿Hasta cuándo
llegarán a darse cuenta de que, esos placeres les han estado impidiendo
deleitarse con las gracias del espíritu? Son vasallos del reino del pecado, son
esclavos de sus pasiones y van por el mundo semejantes a los sordos, a los
ciegos, a los paralíticos y leprosos sin darse cuenta de sus errores. Cuando
alguno llega a comprender que está enfermo su espíritu, no sabe buscar el
bálsamo en la luz que irradia de mi Espíritu.
07-186.03 Los ciegos van guiando a los
ciegos; es así como veo a muchas de las naciones del mundo, a bastantes pueblos
de la tierra. Se ha debilitado la virtud y se han perdido los buenos
sentimientos; el corazón humano que debe ser quien inspire todos los sentimientos
nobles y todo pensamiento elevado, hoy se ha convertido en fuente de egoísmo,
de vicios y de errores.
07-186.04 ¿Qué de extraño tiene que
vuestro Señor, que os ama infinitamente, llegue ahora hasta vosotros para daros
las armas con las que deberéis combatir el mal que está imperando en todos los
seres?
07-186.05 Ciertamente que mi doctrina es
un arma, una espada de luz que toca el corazón y llega hasta lo más sensible
del hombre. Voluntad para vencer el mal es lo que necesitáis, y esa fortaleza
para vuestro espíritu viene a dárosla mi palabra. La batalla más grande y
noble, en la que quiero veros vencedores, es la que vais a sostener en contra
de vosotros mismos, para llegar a dominar vuestras pasiones, el egoísmo y la
voluptuosidad. De potencia a potencia y en vuestro interior será donde se libre
esa gran batalla.
07-186.06 De un lado están la buena
voluntad, la razón, la justicia y la caridad; del otro se alzarán las insanas
pasiones humanas; será la luz la que triunfará sobre las tinieblas; si Yo
supiera que no habría de ser así, no os permitiría que os empeñaseis en una
lucha inútil y estéril para vuestro espíritu.
07-186.07 Cuando penséis en los
patriarcas, en los profetas o en mis apóstoles, no les juzguéis como seres
extraordinarios, porque todos ellos fueron formados de la misma esencia con la
que vosotros fuisteis creados, pero aquellos fueron seres que se esforzaron por
permanecer en el sendero de la luz, por ajustarse a la verdad, respetando
siempre mi ley y por vivir en el bien; su voluntad no llegó a, debilitarse, por
eso dejaron obras que son ejemplo para sus hermanos.
07-186.08 ¿Veis esa humanidad que corre
tras los placeres, las comodidades o simplemente tras el pan de cada día,
indiferente a los dones del espíritu, insensible a las verdades que os revelan
la vida eterna? Después las veréis correr afanosamente en pos del santuario
espiritual, para convertirse en trabajadores del verdadero templo.
07-186.09 En mi divina palabra es en
donde los hombres encontrarán la luz que les enseñe a usar la fuerza que guarda
el espíritu y a caminar con firmeza por el sendero de pruebas que es la vida.
El que mira mi luz, nunca pisa en falso ni tropieza.
07-186.10 Es menester que analicéis mi
palabra, porque si no lo hacéis, veréis misterios en donde el Maestro os habló
con claridad y perfección. Dios no tiene misterios para el hombre. Lo que ha
sucedido es que unas veces no habéis querido penetrar a la luz y otras, deseáis
conocer las revelaciones antes de su debido tiempo. El cieno en que el hombre
ha caído es el motivo de que muchas de mis enseñanzas no las haya sabido
interpretar debidamente, a pesar de ser ya tiempo de que las comprendiera.
07-186.11 ¿Qué habéis aprendido de
vuestras religiones? ¿De qué os sirve decir que profesáis ésta o aquella, si
vuestra vida no se sujeta al cumplimiento de las máximas que ella aconseja, ni
tratáis de acercaros a Mí por medio de ellas?
07-186.12 Si queréis saber si estáis
cumpliendo con la ley divina, preguntaos si vais recogiendo por el mundo una
cosecha de amor.
07-186.13 Tengo mucho de qué hablaros en
este tiempo, para que comprendáis que estoy presto a entregaros mi gloria; más
para ello debéis liberar vuestro espíritu porque él será quien me reciba.
Entonces me veréis y me sentiréis.
07-186.14 Se hará una alianza de paz
entre los hombres de buena voluntad, mas os advierto que no esperéis estar en
la mansión espiritual para hacer esa alianza. El mérito está en que aquí, en
donde el mundo recibió la sangre del Cordero como semilla de amor, ofrezcáis a
vuestro Padre el tributo de gratitud y su mejor prenda: vuestra obediencia,
amándoos los unos a los otros.
07-186.15 Creed en la inmortalidad del espíritu. Os digo esto, porque hay quienes creen que la muerte, en los que se obstinan en el pecado, destruirá su existencia y los proscribirá de la vida eterna, dejándolos sujetos al castigo también eterno.
07-186.16 Los que tal, concepto se
forman, son los que han interpretado erróneamente algunas de mis revelaciones,
equivocándolas en su sentido. Si eso fuera cierto y posible, sería tanto como
declarar la derrota del amor, del bien y de la justicia. ¿Qué objeto hubiera
tenido entonces que me hubiera humanizado, mi pasión, mi muerte y mi presencia
en cuanto hombre entre vosotros? No olvidéis que Yo vine por los pecadores, por
los enfermos, por los esclavos, por los hambrientos, por los perdidos.
07-186.17 Vuestro espíritu posee la vida
eterna que le fue transmitida por el Espíritu Divino, y lo único que en él
morirá será la envoltura, la carne, la cual dejará para poder elevarse. También
verá morir al pecado, si es que lo lleva consigo y las tinieblas de la
ignorancia caerán de él como fruto sin vida; mas el espíritu, después de cada
una de esas muertes que experimentará en sí, sin morir él, se levantará más
fuerte, más consciente, más luminoso y puro.
07-186.18 ¿Habéis experimentado en
vuestra vida alguna pasión material que hubiese abrazado todo vuestro ser,
privándoos de escuchar la voz de la conciencia, de la moral y la razón? Es
cuando ha caído el espíritu más bajo, porque es entonces cuando las tentaciones
y la fuerza de la bestia del mal que habita en la carne, lo han dominado. ¿Y
acaso no es cierto que habéis experimentado un gozo y una paz profundas cuando
lograsteis libertaros de aquella pasión y vencisteis su influencia?
07-186.19 Esa paz y esa alegría, se deben al triunfo
del espíritu Sobre la materia, triunfo logrado a costa de una inmensa lucha, de
una cruenta batalla interior; más bastó que el espíritu cobrase fuerza y se
irguiese inducido y aconsejado por la conciencia, que al sujetar los impulsos
de la carne se librase de seguir dejándose arrastrar hacia el abismo. Ahí, en
esa lucha, en esa renunciación, en esa batalla en contra de vosotros mismos,
visteis morir algo que habitaba en vuestro interior, sin que fuese él vuestra
vida; era tan sólo una insana pasión.
07-186.20 Comprended entonces, que
cuando el hombre llegue a guiarse por la inspiración de la conciencia y sujete
todos sus actos al mandato superior, será como si naciera dentro de él un hombre
nuevo, aquel para quien no exista la muerte, porque a la materia tan sólo la
considerará como la necesaria envoltura para su espíritu y cuando éste deba ir
a habitar a su verdadera morada, el cuerpo tendrá que descender al seno de la
tierra para ir a fundirse con ella.
07-186.21 Os digo que la muerte eterna
no existe, mucho menos podría existir la expiación eterna. Muere sólo lo que es
superfluo, lo inútil, lo malo y la expiación debe cesar cuando se ha logrado la
purificación. Ya os dije en aquel tiempo, que nada en mi obra se perdería, os
dije también que no se perdería ninguno de mis pequeños y además os revelé la
inmortalidad del espíritu diciéndoos: "Yo soy la vida, quien crea en Mí,
no morirá jamás.
07-186.22 Pueblo amado: Cerrad vuestros
ojos humanos y sentid mi presencia sobre la nube. Escucháis una voz de hombre,
es la que transmite el portavoz del cual me estoy sirviendo para haceros negar
mi vibración; más si os eleváis espiritualmente, sentiréis mi presencia
espiritual. ¡Oh Tercer Tiempo bendito, en el que todo ojo podrá contemplar a su
Señor! La idolatría caerá por tierra y los hombres llegarán a conocer la verdad
en toda su plenitud.
07-186.23 Para iniciar este tiempo he
querido comunicarme por vuestro propio entendimiento, para que me sintáis más
próximo, más íntimamente, más vuestro. También en el Segundo Tiempo me acerqué
a los hombres viniendo a nacer junto a ellos, viviendo a su lado, compartiendo
sus dolores y sufriendo ante su vista.
07-186.24 Hoy despiertan las multitudes
ante mi nueva palabra y forman entre sí un pueblo. En su mayoría lo forman los
pobres de la tierra, aquellos a los que nombráis desheredados, pero que en
realidad no carecen de ninguno de los dones que os ha otorgado el Espíritu
Santo. Ante mi doctrina, esos hombres han despertado de su letargo y se han
dado cuenta de cuanto llevan en sí. Entonces ha comenzado en ellos un
desarrollo espiritual y su rudeza ha comenzado a desaparecer, la intuición ha
surgido iluminando su ser; la inspiración ha acariciado su mente, la videncia
ha iluminado su vista en el momento de su oración, dejándoles descorrer el velo
de lo espiritual y revelándoles también algo de lo que encierra el futuro. El
don de curar, ya sea con la simple palabra, con la unción o aun con el
pensamiento, ha brotado desde lo más íntimo de su corazón y muchos dones más se
han puesto de manifiesto en los humildes discípulos de esta obra.
07-186.25 Es que ellos, no poseyendo
nada en la tierra, al sentirse heredados por su Padre, han puesto todo su
corazón y su entusiasmo al servicio de esta causa, descubriendo de esta manera
muchas de las gracias que su ser atesoraba y que ellos ignoraban.
07-186.26 ¿Cómo habían de descubrir los
hombres los dones que su espíritu poseía, si su corazón estaba ansioso de
poseer tan sólo las riquezas de la tierra?
07-186.27 Si los hombres hubiesen sabido
orar si hubiesen comprendido que Yo conozco el lenguaje del corazón, que
entiendo las necesidades de su espíritu, que sé comprender hasta su más mínimo
deseo, que sé interpretar su pensamiento, por confuso que éste parezca, habrían
elevado su oración al Creador; Pero el hombre es mundano y ha materializado su
culto y su evolución espiritual; mas, ¿cómo hacer comprender a la humanidad sus
errores? Enviándole un pueblo que esté espiritualizado, cuyos hijos vivan en
esa moral superior que es la que enseña mi doctrina.
07-186.28 La humanidad con su ciencia,
con su pecado, con sus guerras, con sus doctrinas y materialismo, ha desafiado
a la justicia divina, y cuando sus ofensas han sido mayores, sólo el castigo
podía esperar; Pero mirad cómo he respondido, enviando a los hombres mi luz
divina, que es consuelo, revelación, perdón y paz, para que los ilumine y los
ayude en su evolución.
07-186.29 El hombre ha llenado de
amargura un cáliz que más tarde deberá beber y de cierto os digo que por ese
dolor obtendrá la luz; pero Yo traigo a vuestro corazón una luz que llegará
dulcemente a vosotros, que convencerá a vuestro espíritu por medio del amor y
de la verdadera sabiduría.
07-186.30 Multitudes que os encontráis
oyendo esta voz, recreaos pensando que fuisteis destinadas a contemplar mi luz
en este tiempo de grandes luchas espirituales.
07-186.31 No durmáis, porque no sólo os
estoy hablando por medio de estos portavoces. Os hablo en cualquier instante en
que tengáis vuestro espíritu en paz y pueda elevarse en comunión Conmigo.
07-186.32 Para que podáis serviros de
vuestro corazón como guía, dejad que antes lo pulimente para que recibáis a de
sus sentimientos la inspiración divina.
07-186.33 No sólo vosotros me invocáis,
también vuestros hermanos a través de distintas religiones están llamando a su
Dios. No sólo vengo a vosotros; Yo, el Espíritu Consolador, vengo a dar paz a
todo corazón y espíritu afligido.
07-186.34 El hombre forjó en su mente
una imagen del amor de Jesús y la trazó en un lienzo, dándole la forma humana,
ya que no podría representar al Espíritu del Creador.
07-186.35 De todos los hombres, de todos
los pueblos a través de las eras, he recibido siempre su culto, sus holocaustos,
ritos y sacrificios, porque es la intención y no el hecho lo que vale para Mí.
07-186.36 Ciertamente son imperfectas
las imágenes que de Mí han hecho los hombres, mas no me detengo a contemplar la
figura por la cual me reconocen, sino la intención de su propósito es la que
llega a Mí.
07-186.37 Sin embargo, cuán grato será
para el Padre contemplar a la humanidad practicando la espiritualidad, como
este pueblo que principia a dar sus primeros pasos, despojándose de lo
superficial y exterior para sentir que en verdad me lleváis en vuestro corazón,
que estoy en vuestro propósito cuando intentáis hacer una obra buena. Que estoy
en vuestro pensamiento cuando tratáis de comunicaros Conmigo.
07-186.38 ¿Quién podrá dudar al escuchar
esta voz, que la grandeza de Dios se está manifestando en la pequeñez de un
cuerpo humano? ¿Será más grato a Dios, manifestarse en un pan, que es materia
inanimada, que, por medio de sus propios hijos, del hombre creado a mi imagen y
semejanza y considerado como el ser más perfecto de la creación? ¿Cómo no ha de
manifestarse la luz, el Espíritu Divino, por medio de la criatura predilecta
hecha a su imagen y semejanza? Nada tiene de extraño que Dios pueda
manifestarse por la mente del hombre. Mas esta humanidad es incrédula y desconfiada,
porque muchas veces ha sido herida en sus más sagrados sentimientos. Por eso
sólo oye y no escucha.
07-186.39 Es menester cincelar
nuevamente el corazón humano con el cincel del amor, para que de él broten
sentimientos de fraternidad y nobleza.
07-186.40 Se ha endurecido tanto el
corazón humano, que no se conmueve ante el dolor o la desgracia de un semejante
y necesita sentir el dolor ajeno y comprender por qué sufre, para que logre
adelantar en su camino de evolución.
07-186.41 Cuando el hombre se limita a
juzgar a su hermano, sólo se confunde, más cuando trate de comprender el porqué
de su pena con el noble propósito de darle ayuda, le será revelado el origen
oculto de aquel dolor que entonces podrá calmar.
07-186.42 ¡Cuántos hacen insufrible su vida
por falta de fe espiritual, porque piensan que el mundo físico es el único que
existe y dudan que haya espíritu, porque para ellos nada puede comprobarlo!
Estas y otras tristes reflexiones los llevan a la desesperación y aun a la
muerte.
07-186.43 Sobre esta enseñanza
descansará la primera lección que deis a vuestros futuros discípulos. Les
daréis oportunidad de escalar desde el primer peldaño de su camino de
evolución. Les revelaréis que el Padre, en su amor infinito y en su justicia
perfecta, concede a cada espíritu tantas existencias materiales, como le sean
necesarias para su perfeccionamiento; que algunas materias sufrirán más que
otras, que habrá vidas plenas de bienestar y otras de amargura y expiación.
07-186.44 Esas materias que viven sin
dolores ni grandes pruebas, son las que han dado lugar a que muchos ignorantes
e inconformes me llamen injusto.
07-186.45 Estos casos abundarán en
vuestro camino y vosotros seréis los encargados de dar la aclaración. Os
preguntarán si es cierto que existe el premio o castigo después de esta vida, a
lo cual contestaréis que mientras el espíritu no haya alcanzado la elevación
suficiente para morar en el valle espiritual, tendrá que encarnar en esta
tierra, recorriendo cada existencia de acuerdo con el adelanto de la anterior;
a veces será para recoger una buena cosecha, otras para saldar alguna deuda o
concluir una obra empezada.
07-186.46 Y cuando el espíritu haya
recorrido todo el camino señalado a él como su destino en la tierra, podrá
elevarse a la mansión espiritual donde encontrará la continuación del camino
que lo conducirá a la gracia eterna, al seno del Señor.
07-186.47 No dejaréis, puntos oscuros ni
confusos. No convenceréis a todos, pero hasta por la duda de los incrédulos os
guiaréis, conociendo sus pensamientos para combatir a otros que más tarde
encontraréis.
07-186.48 Y en verdad os digo que mi
enseñanza será para la humanidad como el despertar en una mañana de primavera,
como el rocío que fertiliza los campos, hoy que el mundo es un campo de muerte,
árido y seco.
07-186.49 Llegad a todos en mi nombre.
¿Quién podrá, negar el dulce nombre de Jesús si por todos fue mi sacrificio?
07-186.50 Haced sentir a vuestros
hermanos que os encontráis al pie de la montaña esperando la enseñanza
vivificadora de vuestro Maestro, porque mi palabra es vida para vuestro
espíritu.
07-186.51 Yo preparo la mesa con blancos
manteles y en ella poso los frutos del árbol de la vida, para que vuestro
espíritu se fortifique.
07-186.52 La luz del Espíritu Santo
viene a librar de las tinieblas a vuestro espíritu, porque habéis extraviado el
camino, estáis confundidos y habéis muerto a la vida de la gracia.
07-186.53 Caísteis en idolatría, oh
pueblo amado, en la desobediencia y en la ingratitud; dejasteis la luz para
penetrar en la tiniebla, os despojasteis de la blanca vestidura, y bebisteis en
lugar del agua cristalina las aguas turbias y con ellas os envenenasteis.
07-186.54 En el Segundo Tiempo vine a
hacerme hombre para enseñaros a amar y a perdonar, vine a daros ejemplo de
humildad y mansedumbre. Cual Maestro os di mi enseñanza. Mas han pasado los
tiempos y caísteis en confusión.
07-186.55 ¡Oh pueblo, a quien he
entresacado de entre toda la humanidad! Vine a buscaros y os encontré en las
catacumbas, os encontré en el desierto alimentando los siete pecados. Hoy vengo
cual buen pastor buscándoos por todos los caminos y veredas, salvándoos del
precipicio. Y vosotros me habéis escuchado y me habéis sentido y habéis
recibido de Mí todo lo que a vuestro espíritu hacía falta. Os he dado pruebas
de amor, os he iluminado y del libro de mi enseñanza os he entregado en
abundancia.
07-186.56 Venid, pueblo mío, encumbrad
la montaña paso a paso; al escalarla os sentiréis en comunión con vuestro Padre
y podréis saborear el fruto del árbol de la vida. Un manantial de agua
cristalina desciende desde la cumbre de la montaña para mitigar vuestra sed.
07-186.57 Israel del Tercer Tiempo:
Escuchando estáis a vuestro Maestro que os enseña y profetiza, ¿para qué,
pueblo amado? Para que con mi gracia divina despertéis del letargo en que os
encontráis.
07-186.58 El que tenga ojos que vea, el
que tenga cerebro que analice y el que tenga oídos que escuche a su Maestro.
Sois los que mi índice ha señalado, los muertos a quienes he dado vida, los
ciegos a quienes, he devuelto la vista, los perdidos a quienes con mi luz vengo
guiando y los náufragos a quienes he mostrado la barquilla salvadora.
07-186.59 Contemplad el banquete que el
Padre ha preparado al "hijo pródigo", al que se encontraba perdido, azotado
por los vendavales y apurando el cáliz de amargura.
07-186.60 Sentidme y dejad que more en
vuestro corazón y os diga como dije a mis discípulos en el Segundo Tiempo:
"Tomad y comed, que éste es éste es mi cuerpo". Así os digo ahora a
vosotros en este Tercer Tiempo: Tomad y comed, que ésta es mi palabra.
07-186.61 Discípulos amados, se acerca
el año de 1950 en que dejaré de hablaros en esta forma, pero para entonces Yo
os digo, habréis recibido mi palabra en abundancia y os levantaréis a imitación
de vuestro Maestro, seréis como faro ante la humanidad y derramaréis caridad en
vuestros hermanos.
¡MI PAZ SEA CON VOSOTROS!
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