PRIMER TESTAMENTO ISAÍAS
58
3 Dicen: ¿Por qué hemos ayunado, y Tú no lo ves? ¿Por qué nos hemos humillado, y Tú no haces caso? Pero en el día de su ayuno buscan su conveniencia y oprimen a todos sus trabajadores.
5 ¿Es ése el ayuno que Yo escogí para que un día se humille el hombre?
¿Es acaso para que incline su cabeza como un junco, y para que se acueste en cilicio y ceniza? ¿Llamarán a esto ayuno y día acepto al Señor?
6 ¿No es éste el ayuno que Yo escogí? Desatar las ligaduras de impiedad, soltar las coyundas del yugo, Dejar ir libres a los oprimidos, Y romper todo yugo.
7 ¿No es para que compartas tu pan con el hambriento, y recibas en casa a los pobres sin hogar, para que cuando veas al desnudo lo cubras, Y no te escondas de tu semejante?
8 Entonces tu luz despuntará como la aurora, y tu recuperación brotará con rapidez. Delante de ti irá tu justicia; y la gloria del Señor será tu retaguardia.
Si quitas de en medio de ti el yugo, el amenazar con] el dedo y el hablar iniquidad,
9 Entonces invocarás, y el Señor responderá; clamarás, y El dirá: ‘Aquí
estoy.’
10 Y si te ofreces ayudar al hambriento, Y sacias el deseo del afligido, entonces surgirá tu luz en
las tinieblas, y tu oscuridad será como el mediodía.
11 El Señor te guiará continuamente, saciará tu deseo en los lugares áridos y dará vigor a tus
huesos. Serás como huerto regado y como manantial cuyas aguas
nunca faltan.
12 Los tuyos reedificarán las ruinas antiguas.
Tú levantarás los cimientos de generaciones pasadas, y te llamarán
reparador de brechas, restaurador de calles donde habitar.
TERCER LIBRO DE ENOC
03-01:78 Entonces otra vez ella me llamó, diciendo: tú estás débil con hambre ¿no deseas tener comida? Y yo respondí, sí; y me mostró un cordero perdido; y me dijo, levántate, mata y come; pero respondí, no, prefiero antes morir de hambre; este cordero no me pertenece; su propietario lo ha perdido, y tal vez ahora lo esté buscando, ¿porque debería yo robar? Mejor que esto es morir; y las estrellas brillaron sobre mí. Pero sobre su tienda vi brillar el arco iris.
03-01:79 Y cuando fue de mañana ella se levantó, y siguió su camino; sonrió; yo seguí. Yo estaba débil; no obstante, no murmuré; vagamos sobre un desierto. Y cuando fue de tarde ¡una botella de agua!; y la virgen dijo: toma, bebe. Pero dije no; algún viajero la ha dejado caer; tal vez él pueda volver y morir si no la encuentra.
03-01:80 Y cuando fue noche ella sacó su manto, e hizo de él una tienda; entró en ella y tendió su plumón, me llamó, pero yo no preste atención; no miré hacia ella; me tendí sobre la arena hasta el despuntar del alba.
03-01:82 Y yo dije: ¿Oh hija, no tienes Palabra para mí? ¿Y quién eres tú, envuelta en misterio? Dos días hemos nosotros viajado en este desierto; y tú no has quebrado en ningún momento tu ayuno; no obstante, todavía tu floreces como la rosa, y tu brillo es como la Luna en su día quince; y ahora cuando Dios ha ofrecido comida, ¡tú no deseas tomar del mismo!
TERCER LIBRO DE ENOC
03-01:76 Y vi una virgen más hermosa que el sol;
ella habló, y me sonrió; y ella dijo, ven porque así eres mandado; y ella me
condujo a un desierto; ningún Árbol había en ese solitario lugar.
03-01:77 Y cuando fue de noche, la Virgen
extendió un manto, hizo de él una tienda, entró y tendió su plumón, y me llamó;
ella era como un arco iris. Pero no preste atención; me tendí sobre la arena;
las estrellas brillaron sobre mí.
03-01:78 Entonces otra vez ella me llamó, diciendo: tú estás débil con hambre ¿no deseas tener comida? Y yo respondí, sí; y me mostró un cordero perdido; y me dijo, levántate, mata y come; pero respondí, no, prefiero antes morir de hambre; este cordero no me pertenece; su propietario lo ha perdido, y tal vez ahora lo esté buscando, ¿porque debería yo robar? Mejor que esto es morir; y las estrellas brillaron sobre mí. Pero sobre su tienda vi brillar el arco iris.
03-01:79 Y cuando fue de mañana ella se levantó, y siguió su camino; sonrió; yo seguí. Yo estaba débil; no obstante, no murmuré; vagamos sobre un desierto. Y cuando fue de tarde ¡una botella de agua!; y la virgen dijo: toma, bebe. Pero dije no; algún viajero la ha dejado caer; tal vez él pueda volver y morir si no la encuentra.
03-01:80 Y cuando fue noche ella sacó su manto, e hizo de él una tienda; entró en ella y tendió su plumón, me llamó, pero yo no preste atención; no miré hacia ella; me tendí sobre la arena hasta el despuntar del alba.
03-01:81 Y vi una fuente de agua pura, fría como
la luz de la Luna, y un Árbol de dátiles lleno de fruto; y llamé a la virgen
dentro de la tienda, pero ella no me respondió. Las desvanecidas estrellas
solitarias parecían hablarme.
03-01:82 Y yo dije: ¿Oh hija, no tienes Palabra para mí? ¿Y quién eres tú, envuelta en misterio? Dos días hemos nosotros viajado en este desierto; y tú no has quebrado en ningún momento tu ayuno; no obstante, todavía tu floreces como la rosa, y tu brillo es como la Luna en su día quince; y ahora cuando Dios ha ofrecido comida, ¡tú no deseas tomar del mismo!
03-01:83 Entonces la virgen me dijo: ¡Enoc! Yo
soy el espíritu de tu espíritu; yo te he visto y probado y comprobado; ahora yo
parto. Y ella me dejó, y quedé solo, solitario y cansado en las montañas; y las
estrellas me hablaron, y luz entró en mi corazón y me pareció pasar sobre las
aguas de un gran mar y estaba en un sueño.
EL PASTOR DE HERMAS - Quinta Visión, Quinta Parábola
20:01 Mientras
estaba ayunando y sentado en cierta montaña, y dando gracias al Señor por todo
lo que Él había hecho por mí, vi al pastor sentado junto a mí, que me decía: «
¿Por qué vienes aquí tan temprano por la mañana?» «Señor», le contesté, «porque
estoy guardando "una temporada"»
20:02
Y me preguntó: « ¿Qué es "una
temporada"?» «Estoy ayunando, señor», le contesté. « ¿Y qué es este
ayuno», dijo él, [que estás observando]?»
20:03
«El
que estoy acostumbrado a observar, señor», dije yo; «así ayuno.»
20:04 Y me
contestó: «No sabes cómo ayunar ante el Señor, ni es ayuno este ayuno sin
provecho ni valor que estás haciendo ante Él.» « ¿Por qué, señor», pregunté yo,
«dices esto?» «Te digo», me contestó,
«que esto que observas no es un ayuno; pero yo te enseñaré que es un ayuno completo y aceptable al Señor.
20:05
Escucha», dijo; «Dios no desea un ayuno tan vano; porque al ayunar así ante
Dios no haces nada por la justicia. Pero observa [ante Dios] un ayuno así: no
hagas maldad en tu vida, y sirve al Señor de puro corazón; observa sus
mandamientos y anda en sus ordenanzas, y que ningún mal deseo se levante en tu
corazón; sino cree en Dios.
20:06
Entonces,
si haces estas cosas y le temes y te abstienes de todo mal, vivirás para Dios;
y si haces estas cosas, guardarás un gran ayuno, un ayuno aceptable a Dios.
20:07
»Escucha
la parábola que te contaré con relación al ayuno.
20:08
Cierto hombre tenía una hacienda, muchos esclavos, y una porción de su hacienda
la había plantado de viñas; y escogiendo a cierto esclavo que era de confianza
y agradable (y) tenido en honor, llamándole, le dijo: "Toma esta viña [que
yo he plantado] y ponle una valla alrededor [hasta que yo venga], pero no hagas
nada más a la viña. Ahora bien, guarda este mi mandamiento, y serás libre en mi
casa."
20:09
Entonces el amo de los siervos se fue a viajar al extranjero. Cuando se hubo
ido, el siervo puso una valla, alrededor de la viña; y habiendo terminado de poner
el vallado a la viña notó que estaba llena de malas hierbas. Así que razonó
dentro de sí: "Esta orden de mi señor ya la he cumplido. Ahora voy a cavar
esta viña, y estará más limpia cuando termine; y cuando no tenga malas hierbas
rendirá más fruto, porque no será ahogada por las malas hierbas.
20:10 " Así que cayó la viña, y todas las
raíces que había en la viña fueron arrancadas. Y la viña se veía limpia y
floreciente cuando no tenía raíces que la ahogaban.
20:11 Después de cieno tiempo el amo del siervo [y
de la finca] regresó y fue a ver la viña. Y viendo la viña con su vallado
alrededor, y [todas] las malas hierbas arrancadas, y las vides floreciendo, se
regocijó [muchísimo] por lo que el siervo había hecho. Así que llamó a su
querido hijo, que era su heredero, y los amigos que eran sus consejeros, y les dijo
lo que él había mandado a su siervo, y cuánto había encontrado.
20:12 Y ellos se regocijaron con el siervo por el
testimonio que su amo había dado de él. Y el amo les dijo: "Yo prometí a
este siervo la libertad si él guardaba los mandamientos que le había mandado;
pero él guardó mis mandamientos e hizo una buena obra, además, a la viña, y me
agradó muchísimo.
20:13 Por esta obra que ha hecho, pues, deseo
hacerle coheredero con mi hijo, porque, cuando tuvo esta buena idea, no la
descuidó, sino que la cumplió." El hijo del amo estuvo de acuerdo con este
propósito de su padre, que el siervo debía ser hecho coheredero con el hijo.
20:14 Después de algunos días, su amo hizo una
fiesta, y le envió muchos manjares exquisitos de la fiesta. Pero cuando el
siervo recibió [los manjares que le enviaba el amo], tomó lo que era suficiente
para él y distribuyó el resto entre sus consiervos. Y sus consiervos, cuando
hubieron recibido los manjares, se regocijaron, y empezaron a orar por él, para
que pudiera hallar mayor favor ante el amo, porque los había tratado con
largueza. Su amo oyó todas estas cosas que tuvieron lugar, y de nuevo se
regocijó sobremanera de su acto.
20:15 Así, el amo llamó de nuevo a sus amigos y a
su hijo, y les anunció lo que el siervo había hecho con respecto a los manjares
que había recibido; y ellos aprobaron todavía más su decisión, que su siervo
debía ser hecho coheredero con su hijo.»
20:16 Yo le dije: «Señor, no comprendo estas
parábolas, ni puedo captarlas, a menos que me las expliques.» «Te lo explicaré
todo», me dijo; «y te mostraré todas las cosas que te diga. Guarda los
mandamientos del Señor, y serás agradable a Dios, y serás contado entre el número
de los que guardan sus mandamientos.
20:17 Pero si haces algo bueno aparte del mandamiento
de Dios, ganarás para ti una gloria más excelente, y serás más glorioso a la vista de Dios que si no lo
hubieras hecho. Así pues, si mientras guardas los mandamientos de Dios añades
estos servicios también, te regocijarás si los observas en conformidad con mi
mandamiento.»
20:18 Yo le dije: «Señor, todo lo que me mandaste
lo guardaré; porque sé que tú estás conmigo.» «Yo estaré contigo», me dijo él,
«porque tú tienes tanto celo por hacer lo bueno; sí, y yo estaré con todos los
que tienen un celo semejante.
20:19 Este ayuno», dijo él, «si se guardan los
mandamientos del Señor, es bueno. Esta es pues, la manera en que has de guardar
este ayuno [que estás a punto de observar]. Ante todo, guárdate de toda mala palabra
y de todo mal deseo, y purifica tu corazón de todas las vanidades de este
mundo.
20:20 Si guardas estas cosas, este ayuno será
perfecto para ti. Y así harás. Habiendo cumplido lo que está escrito, en el día
en que ayunes no probarás sino pan y agua; y contarás el importe de lo que
habrías gastado en la comida aquel día, y lo darás a una viuda o a un huérfano,
o a uno que tenga necesidad, y así pondrás en humildad tu alma, para que el que
ha recibido de tu humildad pueda satisfacer su propia alma, y pueda orar por ti
al Señor.
20:21 Así pues, si cumples así tu ayuno, según te
ha mandado, tu sacrificio será aceptable a la vista de Dios, y este ayuno será
registrado; y el servicio realizado así es hermoso y gozoso y aceptable al Señor.
Estas cosas observarás, tú y tus hijos y toda tu casa; y, observándolas, serás bendecido;
sí, y todos los que lo oigan y lo vean serán bendecidos, y todas las cosas que pidan
al Señor las recibirán.»
20:22 Le rogué mucho que me explicara la parábola
de la hacienda y del amo, y de la viña, y del siervo que puso vallado a la
viña, [y del vallado], y de las malas hierbas que había arrancado de la viña, y
del hijo, y de los amigos los consejeros. Porque me di cuenta que todas estas
cosas eran una parábola. Pero él me contestó y dijo: «Eres excesivamente importuno con tus preguntas. No deberías»,
[dijo él], «hacer ninguna pregunta en absoluto; porque si es justo que se te
explique una cosa, se te explicará.»
20:23 Y le dije: «Señor, todas las cosas que me
muestres y no me las expliques las habré visto en vano.» Pero de nuevo me contestó,
diciendo: «Todo el que es un siervo de Dios, y tiene a su Señor en su corazón, pide
entendimiento de Él y lo recibe, e interpreta cada parábola, y las palabras que
el Señor dice en parábola le son dadas a conocer. Pero todos aquellos que son
lentos y débiles en la intercesión, estos vacilan en preguntar al Señor. Pero
el Señor es abundante en compasión, y da a los que le piden sin cesar.
20:24 Pero tú, que has sido vigorizado por el
santo ángel, y has recibido estos (poderes de) intercesión, y no eres
descuidado, ¿por qué, pues, no pides entendimiento al Señor, y lo obtienes de
Él?» Yo le dije: «Señor, yo que te tengo a ti conmigo (sólo) tengo que
preguntarte a ti e inquirir de ti; porque tú me muestras todas las cosas, y me
hablas; pero si yo las hubiera de ver u otra aparte de ti, habría pedido al
Señor que me fueran mostradas.»
20:25 «Ya te dije hace un momento», continuó, «que
tú eres poco escrupuloso e importuno al inquirir sobre las interpretaciones de
las parábolas. Pero como eres tan obstinado, voy a interpretarte la parábola de
la hacienda y todo lo que la acompaña, para que puedas darla a conocer a todos.
20:26 Oye, ahora, y entiende. La hacienda es este
mundo, y el señor de la hacienda es el
que creó todas las cosas, y las ordenó, y las dotó de su poder, y el siervo es
el Hijo de Dios, y las vides son este pueblo a quien Él mismo plantó; y las
vallas son los [santos] ángeles del Señor que guardan juntos a su pueblo; y las
malas hierbas, que son arrancadas de la viña, son las transgresiones de los
siervos de Dios; y los manjares que Él envió de la fiesta son los mandamientos
que Él dio a su pueblo por medio de su Hijo; y los amigos y consejeros son los
santos ángeles que fueron creados primero; y la ausencia del amo es el tiempo
que queda hasta su venida.»
20:27 Yo le dije: «Señor, grandes y maravillosas
son todas las cosas, y todas las cosas
son gloriosas; ¿había alguna probabilidad, pues, de que yo pudiera haberlas
captado?» «No, ni ningún otro hombre, aunque estuviera lleno de entendimiento,
podría haberlas captado.» «Con todo, señor», insistí, «explícame lo que estoy a
punto de inquirir de ti.» «Sigue», me dijo, «si deseas algo.» « ¿Por qué,
[Señor]», dije yo, «es el Hijo de Dios representado en esta parábola en la forma
de un siervo?»
20:28 «Escucha», me contestó; «el Hijo de Dios no
está representado en la forma de un siervo, sino que está representado en gran
poder y señorío.» « ¿Cómo, señor?», dije yo; «no lo comprendo.» «Porque», dijo
él, «Dios plantó la viña, esto es, creó al pueblo y lo entregó a su Hijo. Y el
Hijo colocó a los ángeles a cargo de ellos, para que velaran sobre ellos; y el Hijo
mismo limpió sus pecados, trabajando mucho y soportando muchas labores; ¿porque cavar sin trabajar o esforzarse? Habiendo
pues, Él limpiado a su pueblo, les mostró los caminos de vida, dándoles la ley
que Él recibió de su Padre. Ves, pues», me dijo, «que Él es el mismo Señor del
pueblo, habiendo recibido todo el poder de su Padre.
20:29 Pero escucha en qué forma el señor tomó a su
hijo y sus gloriosos ángeles como consejeros respecto a la herencia del siervo.
20:30 Dios hizo, que el Espíritu Santo
preexistente que creó toda la creación, morara en carne que Él deseó.
20:31 Esta carne pues, en que reside el Espíritu
Santo, fue sometida al Espíritu, andando honorablemente en santidad y pureza
sin contaminar en modo alguno al Espíritu.
20:32 Cuando hubo vivido pues, honorablemente en
castidad y trabajado con el Espíritu, y hubo cooperado con él en todo,
comportándose él mismo osada y valerosamente, Él lo escogió como colaborador
con el Espíritu Santo; porque el curso de esta carne agradó [al Señor], siendo
así que poseyendo el Espíritu Santo, no fue contaminado en la tierra.
20:33 Por tanto, tomó a su Hijo como consejero y a
los gloriosos ángeles también, para que esta carne, además, habiendo servido al
Espíritu intachablemente, pudiera tener algún lugar de residencia y no
pareciera que había perdido la recompensa por su servicio; porque toda carne
que es hallada sin contaminación ni mancha, en que reside el Espíritu Santo,
recibirá una recompensa.
20:34 Ahora tienes la interpretación de esta parábola
también.»
20:35 «Estoy muy contento, señor», le dije, «de
toda esta interpretación.» «Escucha ahora», dijo él. «Guarda esta tu carne pura
e incontaminada, para que el Espíritu que reside en ella pueda dar testimonio
de ella, y tu carne pueda ser justificada.
20:36 Procura que nunca entre en tu corazón que
esta carne tuya es perecedera y con ello abuses de ella en alguna contaminación.
[Porque] si tú contaminas tu carne, contaminarás al Espíritu Santo también; pero
si contaminas + la carne +, no vivirás.»
20:37 «Pero, señor», dije yo, «si ha habido alguna ignorancia
en tiempos pasados, antes de haber oído estas palabras, ¿cómo será salvado un hombre
que ha contaminado su carne?»
20:38 «Sólo Dios tiene poder de sanar los antiguos hechos
de ignorancia», dijo él, «porque toda autoridad es suya. [Pero ahora guárdate,
y el Señor Todopoderoso, que está lleno de compasión, dará curación para los
antiguos hechos de ignorancia] si a partir de ahora no contaminas tu carne ni
el Espíritu; porque ambos comparten en común, y el uno no puede ser contaminado
sin el otro. Por tanto, mantente puro, y vivirás para Dios.»
TERCER TESTAMENTO
03-065.42 ¡Cuánto
lloraréis si no aprovecháis este tiempo precioso de paz! Os veréis sorprendidos
por la guerra, la peste y la desolación. No tratéis de detener la guerra con
penitencias materiales que son sacrificios inútiles; si queréis ofrecerme
alguna penitencia, doblegad la reaciedad, la soberbia o el materialismo de
vuestra materia; si queréis ofrecerme
algún ayuno, que sea apartándoos de lo superfluo, de lo que os es perjudicial
dominando vuestras pasiones; más en ello tened cuidado de no caer en nuevo
fanatismo porque hay muchas obras que siendo lícitas podéis hacerlas ilícitas.
09-276.14 Lejos estáis ya
de aquellos tiempos en que los hombres buscaban su purificación mediante el
sacrificio de víctimas inocentes; también
habéis comprendido la inutilidad de los ayunos y las penitencias mal entendidas
que por mucho tiempo practicasteis, ahora sabéis que sólo la regeneración y la
espiritualidad podrán dar a vuestro espíritu la paz y la luz.
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