miércoles, 8 de febrero de 2017

Génesis Día 8

2 Henoc
11:81 Y al día octavo fijé yo el mismo día, para que el día octavo fuera el primero, primicias de mi descanso, y para que (éstos) se conviertan en símbolos de los siete mil y para que él sea el principio de los ocho mil; pues así como el primer día cae en domingo, así lo hace también el día octavo, para que el día del domingo pueda repetirse indefinidamente.
11:82 Y ahora, Henoc, cuanto acabo de decirte, todo lo que tú has comprendido y visto tanto en los cielos como en la tierra y todo lo que tú has anotado en tus libros, todo ello concebí crearlo por mi Sabiduría y (lo) he llevado a cabo desde el fundamento más alto hasta el más bajo (y) hasta el fin.
11:83 En mi creación no he tenido testigo ni heredero.
11:84 Yo soy eterno e increado,
11:85 mi pensamiento es inmutable, no tengo otro consejero que mi propia Sabiduría y mis dichos son (a la vez mis) hechos.
11:86 Mis ojos escudriñan todo, y cuando dirijo mi mirada al universo, éste se queda quieto, temblando de miedo; y si le vuelvo la espalda, se desintegra.
11:87 Entiende, pues, Henoc, y date cuenta de quién te está hablando: toma esos libros que tú mismo has escrito,
11:88 y yo pongo a tu disposición a Samoil y a Ragüil, que son quienes te han traído hasta mí.
11:89 Baja a la tierra y da cuenta a tus hijos de todo lo que te he dicho y de cuanto has podido ver desde el cielo más bajo hasta mi trono.
11:90 Todas las milicias y todas las potestades las he creado yo, y no hay nadie que se me oponga o que no me obedezca, pues todos acatan mi monarquía y se rinden a mi poder absoluto.
11:91 Entrégales los libros de tu puño y letra y que ellos los lean y me reconozcan como Creador del universo, y entiendan que no hay otro (creador) fuera de mí,
11:92 y transmitan los libros escritos por ti de hijos a hijos, de generación a generación y de parientes a parientes.
11:93 Y yo te daré, Henoc, como mediador a Miguel –mi archiestratega– para (que custodie) el escrito de tus manos y los escritos de las manos de tus padres, Adán, Set, Enós, Cainán, Maleleil y Jared, tu padre, ya que yo no los destruiré jamás.
11:94 He dado órdenes a mis ángeles Ariuch y Pariuch –a quienes mandé a la tierra como guardianes de ellos– y he dado asimismo órdenes a los tiempos para que los vigilen, de modo que no perezcan en el futuro diluvio que yo haré sobrevenir sobre tu linaje.
11:95 Conocida como me es la malicia de los hombres, yo sé que no aguantarán el yugo que yo les imponga, sino que han rechazado (de antemano) mi yugo, aceptando otro distinto; han sembrado semillas hueras, han adorado a dioses vanos y han rechazado mi soberanía, quedando toda la tierra manchada de injusticias, injurias, adulterios e idolatría.
11:96 Y por esta razón haré sobrevenir un diluvio sobre la tierra, quedando ésta sumida en un lodazal inmenso,
11:97 y preservaré a un varón justo de tu tribu con toda su casa, el cual estará dispuesto a obrar según mi voluntad.
11:98 Y de su simiente surgirá al cabo otra generación numerosa, pero muchos de sus miembros serán insaciables en alto grado.

11:99 Y en el decurso de esta generación les descubriré los libros escritos por ti y por tus padres. Los mismos guardianes de la tierra se encargarán de enseñárselos a los varones fieles –a mis siervos que pronuncian mi nombre en vano–, y éstos se los comunicarán a la otra generación, y aquellos, una vez los hayan leído, serán glorificados en la posteridad más aún que al principio.
11:100 Ahora pues, Henoc, te doy una tregua de treinta días para que la pases en tu casa y comuniques a tus hijos y a tus domésticos todo esto de mi parte, para que escuchen lo que les digas y para que lean y entiendan que no existe otro (dios) fuera de mí y cumplan tus mandamientos y comiencen (a leer) los libros escritos de tu mano.
11:101 Y, después de treinta días, yo te enviaré mi ángel para que te saque de la tierra y de entre tus hijos (y te traiga) a mi lado.

Epístola de Bernabé

15:08  Por último, les dice: Vuestros novilunios y vuestros sábados no los aguanto. Mirad cómo dice: No me son aceptos vuestros sábados de ahora, sino el que yo he hecho, aquél en que, haciendo descansar todas las cosas, haré el principio de un día octavo, es decir, el principio de otro mundo.

15:09 Por eso justamente nosotros celebramos también el día octavo con regocijo, por ser día en que Jesús resucitó de entre los muertos y, después de manifestado, subió a los cielos.

Libro de la Vida Verdadera (Tercer Testamento)
06-166.31 Desde el Primer Tiempo os enseñé a consagrarme el séptimo día. Si durante seis días el hombre se entregaba al cumplimiento de sus deberes humanos justo era que cuando menos uno, lo dedicase al servicio de su Señor. No le pedí que me consagrara el primer día, sino el último para que en él descansara de sus labores y se entregara a la meditación, dando a su espíritu la ocasión de acercarse a su Padre para conversar con Él a través de la oración.

06-166.32 El día de descanso se instituyó para que el hombre, al olvidar aunque fuera por un momento la dura lucha terrestre, dejara que su conciencia le hablara, le recordara la Ley, y se examinara a sí mismo, se arrepintiera de sus faltas y formara dentro de su corazón nobles propósitos de arrepentimiento. El sábado fue el día que anteriormente estaba dedicado al descanso, a la oración, y al estudio de la Ley, pero el pueblo al cumplir con la tradición, olvidó los sentimientos hacia la humanidad y los deberes espirituales que tenía para con sus semejantes. Los tiempos pasaron, la humanidad evolucionó espiritualmente y Cristo vino a enseñaros que aun en los días de reposo debéis de practicar la caridad y todas las buenas obras.

06-166.33 Jesús quiso deciros que un día estaba dedicado a la meditación y al reposo físico, pero debíais comprender que para el desempeño de la misión del espíritu, no podía señalarse día y hora.

06-166.34 A pesar de haberos hablado el Maestro con suma claridad, los hombres se distanciaron buscando cada cual el día que para ellos fuera el más propicio y así, mientras unos siguieron conservando el sábado como día dedicado al reposo, otros adoptaron el domingo para celebrar sus cultos.

06-166.35 Hoy vengo a hablaros una vez más y mis enseñanzas os traen nuevos conocimientos; habéis vivido muchas experiencias y habéis evolucionado. Hoy no tiene importancia el día que dediquéis al descanso de la fatiga terrestre, pero sí la tiene el que sepáis que todos los días debéis caminar por la senda que Yo os he trazado. Comprended que no existe hora señalada para que elevéis vuestra oración, porque todo tiempo es propicio para que oréis y practiquéis mi Doctrina en favor de vuestros hermanos.

06-166.36 Quiero que en vuestro espíritu siempre haya luz, inspiración y amor. Que la mente y el corazón sean el espejo del espíritu y que en él se reflejen sus virtudes, se traduzcan en ideas brillantes y en nobles pensamientos y sentimientos. Entonces llegaréis a daros cuenta de cuán perfecta es la armonía que existe entre el espíritu y el cuerpo, entre lo espiritual y lo humano, entre las leyes y deberes del espíritu y las leyes y deberes del mundo; al final, podréis comprobar que toda la vida con sus pruebas y lecciones tiene una sola meta: el perfeccionamiento del espíritu, por medio del cual alcanzará a conocer el reposo y la dicha verdadera en el Reino del Señor. 

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