Libro de la Vida Verdadera (Tercer
Testamento)
08-220.10. Sabéis que Yo hice la luz, como hice todo lo creado, para que esa luz
que llamasteis día, os descubriese las grandezas de la Creación y tuvieseis
conocimiento de mi amor y mi poder.
08-220.11. Os formé a imagen y semejanza mía, y si Yo soy Trino y Uno, en vosotros
existe también la trinidad.
08-220.12. Vuestro cuerpo material representa a la Creación, por su formación y
armonía perfecta. Vuestro espíritu encarnado es una imagen del Verbo que se
hizo hombre para trazar en el mundo de los hombres una huella de amor, y vuestra
conciencia es una chispa radiante de la luz divina del Espíritu Santo.
08-233.33. Este es el tiempo en que debéis comprender que toda luz pertenece a mi
Espíritu, todo lo que sea vida es de mi Divinidad, porque Yo soy el arcano, la
fuente y el principio de toda la creación.
09-248.58. De este modo comprenderéis que el hombre no es creador de vida ni
elementos, que él tan sólo usa y transforma lo ya creado, para eso he puesto al
hombre en medio de la creación y para desarrollar todos los dones y potencias
de que le he revestido.
09-248.59. La Creación es Dios mismo y llegará el momento en que los hombres que
desconocen la relación que existe entre el Creador y el hombre, comprendan que
todo lo que el hombre haga, lo toma de la potencia divina.
09-248.60. El hombre tiene un desarrollo como lo tiene todo lo que forma la
Creación. Él era pequeño en un principio. Su inteligencia estaba de acuerdo con
la vida primitiva que llevaba; pero Dios hizo que él se desarrollara por sí
mismo, que conociera lo que es el bien y el mal para que descubriese en sí su
parte espiritual y su parte material, porque él en un principio desconocía su
espíritu. Así el hombre se fue desarrollando, sabiendo de dónde viene y a dónde
va, reconociendo sus facultades que le habrán de conducir a la perfección. Así
ha llegado hasta este tiempo en que le he revelado que para el
perfeccionamiento del espíritu no es bastante una existencia.
09-254.28 He recibido el tributo de toda la Creación, desde los astros mayores
hasta los seres menos perceptibles a vuestra mirada. Todo está sujeto a
evolución, todo camina, todo avanza. Todo se transforma. Cuando haya alcanzado
la cumbre de la perfección, mi sonrisa espiritual, como una aurora infinita
será en todo el Universo, del que habrá desaparecido toda mancha, miseria,
dolor e imperfección.
10-285.74. Os dije en aquel tiempo que no temieseis a la muerte porque ésta no
existe; en mi creación, todo vive, crece y se perfecciona. La muerte corporal
es sólo el fin de una etapa que atraviesa el espíritu, para volver a su
original estado y seguir después su camino de evolución. Creed, tened fe y
viviréis por siempre. Hoy más que nunca necesitáis revestiros de fe, porque
estáis cruzando por una era de pruebas y dificultades. Los elementos que han de
purificar al hombre, están desatados, y no descansarán hasta reducirlo a la
razón, al bien y a la justicia.
10-285.75. Vosotros, libraos de la soberbia y dejad que florezca la humildad y la
sencillez, para que podáis aceptar todas las pruebas que han de venir;
comprended que es necesario que paséis por ese crisol para que recobréis
vuestra limpidez. Hoy que tenéis una lección más y sabéis que no estáis ya en
la niñez ni en la adolescencia espiritual, sino que tenéis la madurez, podréis
comprender mis palabras de otros tiempos y las que en éste os doy.
10-285.76. No pretendáis conocer mis íntimos designios, porque ahí no podéis
penetrar; sólo sabed que soy todo presencia y poder, que mi Espíritu llena el
Universo y al mismo tiempo habita en cada espíritu y que a todos os amo y
concedo lo necesario para su vida, para que esta luz os dé esperanza y
confianza en el porvenir.
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